La amenaza silenciosa que alimentamos
Vivimos en una época en la que nuestra alimentación se ve condicionada por nuestro día a día. Las prisas, el estrés, la falta de tiempo pueden hacer que no nos alimentemos correctamente y nos enfrentemos a situaciones de sobrepeso que pueden llevarnos a perder un buen estado de salud. Es por esto por lo que un cambio en los hábitos de alimentación puede ayudarnos a estar mejor nutridos, más vitales y a encontramos mejor con nuestra imagen.
¿Por dónde empezar?
- Debes marcar tu objetivo a alcanzar: ¿Qué es lo que quieres conseguir?, visualízalo y establece pequeñas metas reales que poder cumplir a corto plazo. No pretendas perder todos los kilos de más, de golpe y en poco tiempo, ya que no sería sano y sí difícil de mantener.
- Poner en marcha un plan para lograr el objetivo final. Para ello te aconsejo un cambio de hábitos alimenticios. Si consigues corregir hábitos erróneos, llegarás con más facilidad a tu meta.
- Mantén una alimentación variada, verduras, frutas, cereales, carnes, pescados, lácteos, legumbres…Descarta alimentos procesados. Ten esto muy presente a la hora de llenar el carro de la compra.
VERDURAS: consume 2 raciones al día. Es interesante que una de ellas sea en crudo como plato principal o como guarnición.
PESCADOS: aumenta su consumo sobre el de carnes.
CARNES: elige carnes magras
FRUTAS: inclúyelas en tus desayunos y cambia bollería y galletas por pan integral con tomate por ejemplo.
LACTEOS: consume los lácteos desnatados.
¿Cómo hago más eficiente la iniciativa?
- Coloca la nevera de manera que tengas verduras y frutas en primer lugar.
- Evita refrescos, intenta que tu elección a la hora de beber sea agua. Es recomendable el consumo diario de dos litros de agua. También puedes incluir infusiones.
- Es importante la forma en la que preparas los alimentos. Elige horno, cocinado al vapor, papillote, evitando frituras, rebozados, empanados… De esta forma reducimos el componente graso y preservamos mejor los distintos componentes de los alimentos.
- Cuida el tamaño de la ración que consumes y come sentado.
- Recuerda siempre que alimentación y actividad física van de la mano. Debemos de adaptar la alimentación a nuestra actividad física para alcanzar los objetivos planteados.
- Evita asociaciones de actividades con el consumo de alimentos, por ejemplo comer mientras se ve la televisión o se está delante del ordenador.
- Si lo necesitas, no dudes en ponerte en contacto con un profesional.
Tú eres la única persona que puede decidir empezar el camino hacia el cambio y si estás realmente convencid@ llegarás a cumplir lo que te propongas, la mayor de las motivaciones, piensa que es tu salud, pilar principal de todo lo que representas, tus sueños, aspiraciones y metas… Eres demasiado importante como para no tomártelo en serio.
Cuídate!
Nos hablamos