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Alimenta tu bienestar

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La amenaza silenciosa que alimentamos

Vivimos en una época en la que nuestra alimentación se ve condicionada por nuestro día a día. Las prisas, el estrés, la falta de tiempo pueden hacer que no nos alimentemos correctamente y nos enfrentemos a situaciones de sobrepeso que pueden llevarnos a perder un buen estado de salud. Es por esto por lo que un cambio en los hábitos de alimentación puede ayudarnos a estar mejor nutridos, más vitales y a encontramos mejor con nuestra imagen.

¿Por dónde empezar?

  1. Debes marcar tu objetivo a alcanzar: ¿Qué es lo que quieres conseguir?, visualízalo y establece pequeñas metas reales que poder cumplir a corto plazo. No pretendas perder todos los kilos de más, de golpe y en poco tiempo, ya que no sería sano y sí  difícil de mantener.
  1. Poner en marcha un plan para lograr el objetivo final. Para ello te aconsejo un cambio de hábitos alimenticios. Si consigues corregir hábitos erróneos, llegarás con más facilidad a tu meta.
  1. Mantén una alimentación variada, verduras, frutas, cereales, carnes, pescados, lácteos, legumbres…Descarta alimentos procesados. Ten esto muy presente a la hora de llenar el carro de la compra.

VERDURAS: consume 2 raciones al día. Es interesante que una de ellas sea en crudo como plato principal o como guarnición.

PESCADOS: aumenta su  consumo sobre el de carnes.

CARNES: elige carnes magras

FRUTAS: inclúyelas en tus desayunos y cambia bollería y galletas por pan integral con tomate por ejemplo.

LACTEOS: consume los lácteos desnatados.

¿Cómo hago más eficiente la iniciativa?

  1. Coloca la nevera de manera que tengas verduras y frutas en primer lugar.
  1. Evita refrescos, intenta que tu elección a la hora de beber sea agua. Es recomendable el consumo diario de dos litros de agua. También puedes incluir infusiones.
  1. Es importante la forma en la que preparas los alimentos. Elige horno, cocinado al vapor, papillote, evitando frituras, rebozados, empanados… De esta forma reducimos el componente graso y preservamos mejor los distintos componentes de los alimentos.
  1. Cuida el tamaño de la ración que consumes y come sentado.
  1. Recuerda siempre que alimentación y actividad física van de la mano. Debemos de adaptar la alimentación a nuestra actividad física para alcanzar los objetivos planteados.
  1. Evita asociaciones de actividades con el consumo de alimentos, por ejemplo comer mientras se ve la televisión o se está delante del ordenador.
  1. Si lo necesitas, no dudes en ponerte en contacto con un profesional.

Tú eres la única persona que puede decidir empezar el camino hacia el cambio y si estás realmente convencid@ llegarás a cumplir lo que te propongas, la mayor de las motivaciones, piensa que es tu salud, pilar principal de todo lo que representas, tus sueños, aspiraciones y metas… Eres demasiado importante como para no tomártelo en serio.

Cuídate!

Nos hablamos

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